El “Manejo de Conflictos en el aula” es una habilidad socioemocional que nos permite enfrentar de forma constructiva los conflictos con otras personas, limitando los aspectos negativos e incrementando los positivos para lograr un máximo aprendizaje y los mejores resultados para el grupo.
El manejo de conflictos nos permite:
• Fortalecer el espíritu comunitario, desarrollando la cooperación y colaboración ante los problemas que surgen.
Manejo de conflictos
El conflicto en sí no es positivo ni negativo, depende de cómo se afronte.
• Crecer a nivel personal y grupal. Superar problemas sienta las bases para enfrentar nuevos retos y desafíos personales y comunitarios.
• Promover una cultura de paz y mejorar significativamente la convivencia.
• Que los problemas no queden sin resolverse. Un problema que no se resuelve puede convertirse en causante de malestar físico y mental.
En lugar de suponer, mejor preguntar; en lugar de sermonear, mejor escuchar con atención plena; en lugar de juzgar, mejor comprender; y en vez de criticar, mejor nos ponernos en los zapatos del otro.
El ideal es satisfacer los intereses de los demás y, a la vez, los nuestros. Lograr encontrar una solución en la que todos salgan ganando. Usando este
estilo ambas partes satisfacen sus metas y preservan su relación al 100%.
¿Qué pasos podemos seguir para lograrlo?
Definan cuál es el conflicto real, asegurándose de que todas las partes lo están entendiendo de la misma forma. Para ello es importante el diálogo.
Identifiquen intereses comunes, para ello requerirán señalar qué necesita cada uno y escucharse mutuamente.
Propongan y evalúen alternativas de solución.
Importante ser asertivos, escuchar activamente, ser empáticos y creativos
Lleven a la práctica y evalúen si el problema se llegó a resolver o si surgió otro como consecuencia. Si es necesario repitan los pasos.