Esta situación que vivimos en el país, generada por la emergencia sanitaria por el Covid-19, requiere que se piense de manera frecuente en la recuperación de los aprendizajes puesto que, de no hacerlo en el contexto actual, podría generarse un empobrecimiento de estos.
En ese marco, como respuesta a las necesidades de continuidad de los aprendizajes de los estudiantes, para el 2021 se brindan orientaciones que les permitan planificar e implementar este periodo de recuperación.
Asimismo, se orienta también en la elaboración de carpetas pedagógicas haciendo uso de los diversos materiales educativos distribuidos por el MINEDU, para los estudiantes, u otros materiales con los que cuente o haya elaborado el docente.
Además, se incluye en las orientaciones información acerca de las acciones previas al inicio del periodo de recuperación y después de este periodo.
Estas carpetas, a diferencia del 2020, serán diseñadas a partir de los materiales educativos del MINEDU, la Carpeta pedagógica 2020 y otros materiales que hayas elaborado o a los que tengas acceso.
Es destacable que en el 2021 se elaborarán estas carpetas pedagógicas que serán flexibles y pertinentes para los estudiantes o grupos de estudiantes porque responderán a las necesidades de aprendizajes que requieren de acuerdo con lo esperado para el grado.
En este sentido, el propósito de las orientaciones es contribuir con la toma de decisiones de los docentes para la planificación de los aprendizajes a desarrollar en este periodo a través de la selección o elaboración de materiales educativos impresos para la formación de una Carpeta Pedagógica pertinente al desarrollo de los aprendizajes de los estudiantes.
Esto permitirá contar con evidencias del progreso de los estudiantes para el diagnóstico y la planificación anual 2022.
Características del periodo de recuperación
Inicia con la evaluación de la situación final de las necesidades de aprendizaje de los estudiantes para la planificación y diseño de carpetas de recuperación. Se da información a los estudiantes y sus familias para que sean conscientes de los aprendizajes que se esperan y del material que se les proporciona, el cual les permitirá progresar en sus competencias y, a la vez, servirá para recoger las evidencias.
Tiene una duración de 8 semanas, entre los meses de enero y febrero y se realiza sin acompañamiento ni mediación del docente.
El estudiante que se encuentran en proceso de desarrollo de la autonomía afronta este periodo de forma autónoma, mientras que, en el caso de los estudiantes que están iniciándose en la autonomía, requieren del acompañamiento de la familia o de voluntarios.
Se realiza utilizando un material educativo (Carpeta pedagógica) elaborado por el docente sobre la base de las características y necesidades del estudiante, que propicie el desarrollo de aprendizajes para alcanzar los niveles esperados en las competencias.
BENEFICIARIOS
Se encuentren en inicio (“C”) en el desarrollo de sus competencias.
Que no tengan evidencias de sus avances por abandono, matrícula tardía, asistencia no continua. Estudiantes que se hayan encontrado imposibilitados de una participación regular por alguna barrera que lo haya impedido: estudia y trabaja, enfermedad, discapacidad permanente o temporal, entre otros impedimentos.
Estén en proceso (“B”), si el docente lo considera necesario.
Fuente: EDUCAR PERU