Por lo general, estas reglas abarcan diversos aspectos como el respeto mutuo, la responsabilidad, la puntualidad y la participación activa en las actividades del aula. Son fundamentales para promover la construcción de relaciones sanas y el desarrollo de habilidades sociales importantes para la vida. Es crucial que los estudiantes comprendan y acepten estas normas, así como las consecuencias de no seguirlas, lo que proporciona un marco claro para el comportamiento adecuado en el aula.
Los profesores desempeñan un papel clave en el establecimiento y aplicación de estas normas. Además de explicarlas, deben reforzar positivamente el cumplimiento de las mismas y ofrecer retroalimentación constructiva cuando sea necesario. Esta combinación de claridad, apoyo y corrección contribuye a mantener un ambiente educativo positivo y efectivo.
- Promover la participación de sus estudiantes, en un ambiente democrático, respetuoso e inclusivo, con igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, respeto y valoración a las diferencias culturales y lingüísticas.
- Emplear un estilo de redacción en sentido positivo, con lenguaje sencillo y en primera persona del plural.
- Considerar la etapa del desarrollo y las características específicas de los y las estudiantes.
- Adecuar las normas a las necesidades específicas de las y los estudiantes del aula.
- Considerar las competencias y capacidades del Currículo Nacional vigente.
- Mantener coherencia con las Normas de Convivencia de la institución educativa.
- Una vez concluida la elaboración de las Normas de Convivencia del aula, estas deben ser elevadas a dirección para su aprobación.