Una hipótesis asoma a partir de un hecho alarmante: ninguna cámara de seguridad vigila el ambiente del octavo piso del Minedu en donde se encuentra la caja fuerte que alojó el CD con la prueba que se filtró masivamente antes de que más de 280 mil profesores la rindieran.
Hay un segundo hecho, inquietante: la versión robada y filtrada contenía los últimos cambios hechos por los especialistas del ministerio poco antes de que el CD fuera al INEI. Y un tercero, preocupante: la caja también guardaba la prueba de ascenso, que los maestros que ya están en la Carrera Pública deben rendir el 18 de diciembre.
En el octavo piso del edificio del Ministerio de Educación (Minedu) se ubica la Dirección de Evaluación Docente (DIED), que desde inicios del 2020 empezó a elaborar la Prueba Única Nacional del Concurso Docente 2021. Allí estuvo hasta la aprobación de su versión final, a fines de setiembre de este año, y la diagramación, antes de ser transportada en CD lacrado al Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) para su aplicación operativa y logística.
En una de sus oficinas hay dos cajas fuertes. En la primera –color plomo, que se abre digitando una clave– se guarda la llave con la que se abre la segunda, que está a su lado, más grande y de color negro. En esta última se guardaban el CD y el USB que contenían la prueba única docente.
Ambas cajas aparecen en esta fotografía –lado izquierdo, abajo– que fue tomada el lunes 22 de noviembre durante la diligencia que dirigió en la sede del Minedu el fiscal anticorrupción a cargo de investigar la filtración masiva, Reynaldo Abia, quien examinó los ambientes del octavo piso e incautó documentos.
El problema es que esa oficina no es vigilada por ninguna cámara de seguridad. La más cercana está ubicada al lado derecho, a unos doce metros de allí. Pero dos gruesas columnas y parte de una pared –en donde se apoya el funcionario del Minedu que conversa con el fiscal Abia, Juan Marengo, director de Desarrollo Docente– impiden que el dispositivo tenga el ángulo y la visión suficientes para poder ponchar cualquier incidencia con las cajas.
Una segunda cámara de videovigilancia se ubica a una distancia ligeramente mayor, en el extremo opuesto. Quien la monitoree puede ver a cualquiera que esté de pie en aquella oficina. Pero no a quien se arrodille para maniobrar las cajas de seguridad.
Se supone que sólo dos empleados de esa dirección del ministerio manejaban la clave de la caja ploma –que se cambió a inicios de año– y la llave de la caja negra. Pero esa medida de seguridad pudo haberse visto alterada, pues el acceso a las cajas no quedaba consignado en ningún registro informático y menos en un cuaderno de incidencias. Por eso, hoy en la DIED se investiga si esos dos empleados fueron los únicos que tuvieron acceso real a las cajas, o si pudieron hacerlo otras personas.
“El detalle de la ubicación de esa cámara fue advertido rápidamente por el fiscal (Reynaldo Abia)”, dijo a Epicentro Tv una fuente presente durante la diligencia.
La clave: las últimas correcciones
A estas alturas no se sabe aún quién o quiénes filtraron el examen. Lo que está claro es que la mayor parte del tiempo el examen estuvo en el octavo piso del Minedu, en la DIED, prácticamente durante las tres primeras etapas del proceso: elaboración, validación y diagramación. Si bien ese hecho por sí solo es insuficiente para sacar conclusiones, hay un episodio que inquieta de manera particular a quienes laboran en ese piso.
Es que, después del 15 de setiembre, cuando las preguntas de la prueba única docente estaban aprobadas, las cajas fuertes se abrieron para que los especialistas puedan realizar correcciones ortográficas muy puntuales. Por ejemplo, la corrección de la palabra “permafost” por “permafrost”. Nada de fondo.
Estas pequeñas precisiones fueron hechas en una PC sin conexión a internet y los cambios sólo quedaron guardados en el disco que, finalmente, volvió a ser alojado en la caja fuerte grande.
Desde ese día hasta, el momento del transporte del CD, ya lacrado, a las oficinas del INEI –23 de setiembre– pasó aproximadamente una semana, tiempo en el cual nadie debía volver a extraer el CD. Por lo menos, no de manera formal y regular.
Pero aquí está lo inquietante. Las personas que hurtaron el examen sí llegaron a tener acceso a esa última versión, la que fue corregida en sus pequeños detalles, la que se guardó por algunos días más en la caja de seguridad negra ubicada en la oficina sin cámara de videovigilancia. Entonces, quien extrajo la prueba accedió a ella en esos días, o posteriormente, cuando el CD lacrado fue trasladado al INEI.
No hay que perder de vista tampoco que ante la Comisión de Educación del Congreso, el jefe del INEI, Dante Carhuavilca, informó que el día del examen, 13 de noviembre, se percataron que faltaba un cuadernillo que contenía las dos subpruebas (razonamiento lógico y comprensión lectora) y, además, la prueba para los docentes de primaria. Todas ya impresas y listas para entregar a los evaluados.
Si bien la elaboración de la prueba empezó a fines del 2019 –y desde entonces pasó por una serie de procesos de “revisiones cruzadas” por especialistas multidisciplinarios hasta su aprobación y validación final en setiembre último, a cargo de la misma oficina y de expertos que firmaron la versión final en señal de aceptación– la última fase podría ser la clave en la investigación administrativa y penal.
La etapa logística
Cuando la diagramación culminó, funcionarios del Minedu llevaron el CD lacrado a la imprenta contratada para este fin, Quad Graphics Perú SAC, ubicada en Ate Vitarte, cuyas instalaciones cuentan con todas las medidas de seguridad, con cámaras que funcionan las 24 horas y con detectores de metal. La misma opinión sobre el rigor del sistema de seguridad de la imprenta fue señalada por el jefe de la ONPE en la Comisión de Educación del Congreso.
La entrega del CD con la prueba, por el INEI a la imprenta, fue un acto en el que participaron funcionarios del Ministerio de Educación y un notario público, quien levantó allí mismo el acta respectiva.
El “machote” o primera prueba de imprenta también le fue mostrado a los funcionarios del Minedu y del INEI, quienes dieron su conformidad para que la impresión siguiera su curso definitivo.
Cuando la impresión estuvo lista, llegaron a la imprenta dos camiones blindados de la empresa Hermes y transportaron las más de 280 mil pruebas de conocimientos generales y de especialidad.
Hermes las depositó en la bóveda del Banco de la Nación y desde allí fueron despachadas a todas las regiones del país.
Por eso, fuentes del Minedu hasta ahora no se explican cómo y en qué momento pudo romperse la seguridad. Parece que el período clave es la semana posterior a las últimas correcciones de la prueba y tal vez parte de la etapa logística, a cargo del INEI. No hay que olvidar que fue el INEI el que reportó la falta de un cuadernillo. Pero tampoco que en el octavo piso del Minedu no se requiere registrar ningún nombre ni clave de control interno para abrir las cajas de seguridad.
Epicentro Tv pudo conocer que el fiscal Reynaldo Abia ha requerido las imágenes de las dos cámaras de videovigilancia señaladas, que contienen las incidencias de las últimas semanas. Los resultados de esa revisión van a seguir afinando la hipótesis.
Finalmente, hay un hecho que ha generado otro dolor de cabeza a las autoridades del Minedu y que hasta hoy está pasando desapercibido. Y es que en la caja de seguridad negra también se guardaba la llamada “prueba de ascenso” para los docentes que ya son parte de la Carrera Pública Magisterial, que debía ocurrir el próximo 18 de diciembre.
Inicialmente, la prueba estaba programada para el 11 de diciembre. Pero el 29 de octubre pasado, una resolución viceministerial del Minedu dispuso su postergación para el día 18 por pedido del INEI.
Según la resolución, el INEI “ha solicitado se reprograme la aplicación de la prueba única docente del referido concurso, debido a inconvenientes en los procesos de contratación de los servicios que se brindan en el marco del Convenio Nº 078-2021-Minedu, logrando consensuar con el Ministerio de Educación la fecha de aplicación de la PUN para el 18 de diciembre del 2021”.
Pero, con los riesgos de haber estado en una caja fuerte que no ofrecía las garantías de seguridad requeridas, la gestión del ministro Carlos Gallardo debe estar pensando qué hacer ahora con esta evaluación.
Fuente: epicentro.tv